
En primera instancia, el gobierno surcoreano debió llevar a cabo una reorganización del sistema administrativo de las telecomunicaciones. La nueva estructura contemplaba un eje de generación de política y regulación de las telecomunicaciones, un segundo eje con orientación a los negocios y un tercero conformado por institutos de investigación y desarrollo. Este último es considerado como la base de los dos anteriores y tiene como fin perpetuar este avance en materia tecnológica a lo largo del tiempo. Este tercer brazo dio como resultado la creación de dos famosos institutos de investigación tecnológica a nivel mundial, el ETRI (Electronic Telecomunications Research Institute) y el KIDSI (Korea Information Strategy Development Institute).
En segunda instancia el gobierno de este país implementó una solución completa a los problemas de infraestructura de telefonía. Esto, debido a que uno de los mayores problemas en la ciudad durante esta década fue el precario estado de las vías telefónicas.
En tercera instancia se impulsó el desarrollo de centrales de comunicación electrónica. Este desarrollo no solo disparó el progreso de la tecnología coreana en información y comunicaciones, sino que redujo los gastos generados por la importación de equipos manufacturados en el extranjero.
Y en cuarto lugar, después de proveer toda la tecnología necesaria para el funcionamiento óptimo de las telecomunicaciones se llevó a cabo la desregulación de los proveedores de las terminales y de las redes públicas de telecomunicaciones y el uso del espectro de radio. Fue de esta manera que las telecomunicaciones quedaron en manos de la misma población para su uso y ejercicio con sentido.
Por último, es necesario resaltar uno de los factores tal vez más importantes en el desarrollo de esta avanzada tecnológica en el país asiático. Este aspecto obedece a dos actitudes típicas en la población coreana. En primera instancia está la gran inclinación a los juegos de video en línea que profesan los coreanos. Este aspecto ha sido uno de los generadores de la proliferación de los “PC Bangs”, unos sitios similares a los cibercafés que han servido para popularizar el uso de Internet.
La segunda causa ha sido el gran énfasis de la sociedad coreana por la educación con énfasis en el uso de las TIC como parte esencial de los nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje que, a criterio de ellos, el mundo está necesitando. Han sido estas dos razones las principales detonantes de una oferta intensa y extensa ‘alfabetización tecnológica´ a lo largo y ancho de toda la nación.
Educación digital: una apuesta constante
Una de las estrategias de las que se ha valido el gobierno del país asiático para insertar las TIC en educación ha sido la difusión de la lectura digital. Poco a poco se ha ido popularizando el uso de los libros de texto digitales en las escuelas de todo el país, de manera tal que los estudiantes desde sus primeros años de estudio se vean y se sientan relacionados de manera directa con el uso de las TIC para su formación.
En este momento, estos libros de texto se han implementado en las clases de Coreano, Inglés, Matemáticas, Sociología, Ciencia y Música. Estos libros son utilizados por los estudiantes en sus propios computadores personales conectados en forma fija o inalámbrica a la red o bien, en los computadores que están dispuestos para su uso dentro de sus escuelas.
Pero estas novedosas herramientas van mucho más allá de los libros de texto convencional. Aprovechando los recursos multimedia y la posibilidad de interacción que brindan las TIC, estos materiales pedagógicos incorporan dentro de sus referentes teóricos y actividades de clase recursos como video, animación, realidad virtual e hipervínculos.
Estos libros también incluyen un manual para el estudiante, cuaderno de ejercicios, diccionario y materiales de referencia, todos en formato virtual e interactivo. Y como si fuera poco, todos los textos ponen a disposición de sus usuarios la conexión con las bases de datos de diferentes organizaciones, a fin de que los estudiantes puedan acceder y descargar información adicional a la que ellos pueden encontrar en sus libros de texto.